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Cultura

Picasso: el más francés de los artistas españoles

El museo Picasso abrió recientemente sus puertas en Paris. Es el momento de volver a aquella fecunda y privilegiada relación entre el artista español y Francia.

PICASSO VUELVE A PARÍS

Cinco años después de su renovación, el museo Picasso acoge a los visitantes desde el pasado 25 de octubre, fecha del cumpleaños del artista nacido en 1881 en Málaga (España). Desde 1985 las obras de Picasso están instaladas en el Hotel Salé, ubicado en el sector del Marais. A pesar de no haber vivido allí, la escogencia de este palacete particular del siglo 17 se adapta a la personalidad de Pablo Picasso: vivió toda su vida en Francia, particularmente en París, y le gustaban las viviendas antiguas.

 

MODERNIZADO, REHABILITADO Y AGRANDADO

El museo quedó pequeño frente a las nuevas daciones y debieron modificarse los muros y replantear el recorrido. Iluminado por luces Giacometti, los lienzos de Picasso se despliegan en 37 salas repartidas en cinco niveles. Las partes clasificadas como "monumento histórico" del palacete fueron restauradas. Se construyó un jardín contemporáneo y en el techo-terraza se puede tomar un café.

 

UNA ESCENOGRAFÍA MINIMALISTA

El museo alberga una colección de 5000 lienzos, esculturas, collages, dibujos. Es el único que abarca toda la obra de Picasso. Las piezas dispuestas en fila son minimalistas. Los grandes espacios son seguidos por salas más intimistas. La ausencia de carteles y los muros blancos permiten a los visitantes concentrarse en las obras del maestro. Cada sala es temática. Las primeras obras de Picasso están junto a las más recientes que les corresponden. Esta escenografía que amalgama estilos, soportes y épocas valoriza el eclecticismo del trabajo del pintor.

 

UNA OBRA QUE ECHA RAÍZ EN PARÍS

Los medios artísticos de Barcelona que Picasso frecuentaba durante sus estudios en Bellas-Artes ya estaban fuertemente influenciados por los artistas franceses. El artista descubrirá París en 1900, en plena efervescencia de la Exposición universal. Tiene 19 años y vacios los bolsillos. Es el comienzo de su período azul, marcado por los tonos oscuros, los colores fríos y melancólicos. La Celestina, que se presenta nuevamente a nuestras miradas, lo demuestra. En 1904, se instala definitivamente en París y llega a un taller miserable en Montmartre: el "Bateau-Lavoir". Lleva una vida bohemia y conoce a Guillaume Apollinaire, Jean Cocteau, Max Jacob. Esta época feliz marca el inicio de su período rosado.

 

NACIMIENTO DEL CUBISMO

En París descubre la pintura de Cézanne cuyas últimas obras evocan la naturaleza en formas geométricas. Es el pre cubismo. Picasso se inspirará de él. El museo consagra una sala a los dibujos preparatorios de las Señoritas de Aviñón. Pintada en 1907 en el "Bateau-Lavoir", este lienzo anuncia la nueva corriente del cubismo.

 

ESPAÑA EN EL CORAZÓN

Pintor figurativo, a menudo Picasso extrajo la inspiración de su cotidiano y de la actualidad. Lejos de España sin olvidar por lo tanto a su país. Para la Exposición universal de París en 1937 el artista revela Guernica que pinta en el taller de la calle des Grans-Augustins. Allí expresa su ira y su indignación frente al bombardeo de este pueblo y frente a la guerra civil española. Una sala consagrada a la fiesta brava demuestra también su arraigo a su país de origen.

 

DIÁLOGOS CON LOS MAESTROS

El último piso del museo está dedicado a la colección privada de Picasso. Bajo las vigas visibles, las obras se vuelven más íntimas. A Picasso le gustaban los pintores franceses y su colección lo demuestra. Cézanne, Degas, Matisse, Renoir, Braque, el aduanero Rousseau... las salas disponen en consonancia estas obras del gusto de Picasso con las que realizó de su inspiración. Los paisajes de Matisse remiten al período fovista del artista. Las mujeres de Modigliani a sus retratos femeninos. Informaciones prácticas: